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PsicologíaCoaching, ¿Herramienta de Transformación o Charlatanería?

Coaching, ¿Herramienta de Transformación o Charlatanería?

Por Roberto G. Martinell

 

La utilidad o no del Coaching y su legitimidad es un tema que he abordado en diversos foros y con varios Coaches de diferentes escuelas. Y a todos nos preocupa la trivialización, comercialización y hasta prostitución del término Coach.

¿Y de dónde vemos que vienen estos juicios sobre el Coaching?  Hay personas que ofrecen cursos de superación personal con métodos coercitivos, discursos muy cercanos a los líderes sectarios, optimismo exacerbado y/o hasta prácticas tomadas de los negocios multinivel para atraer adeptos a eso que ellos decidieron llamar «Coaching».

He visto empresas que dicen formar Coaches en una o dos sesiones de unas cuantas horas o hasta en línea; o bien, que el único requisito para obtener tu certificado de Coach es que pagues el costo del curso. Y luego sacan al mercado personas que ofrecen sus servicios como «coaches».

Hay asociaciones internacionales que certifican que eres coach —previo pago de una cuota o membresía— y que, desde mi juicio, no  garantizan que tengan el control y la certeza de las cualidades y destrezas de los «coachees certificados» por ellos.

El mismo Maturana recientemente se deslindó del Coaching aduciendo que no tenía nada que ver con su teoría y descalificando a Flores y al mismo Echeverría…

Debemos reconocer que el Coaching ganó terrenos que la psicología peleó en las empresas por años sin mucho éxito. Pero por lo todo lo anterior ha caído en un punto donde hay un precario equilibrio que se  balancea entre, una manera real y efectiva potenciar el desarrollo personal y organizacional, y la charlatanería.

¡Ufff.!.. basado en lo anterior me pregunto ¿Soy Coach?… O más bien ¿quiero ser Coach?

Lo que Soy —y quiero ser— es una persona comprometida  con la transformación personal. Y desde hace muchos años me dedico a ello. Desde la capacitación, la consultoría y el propio Coaching.

Junto con mi socia y amiga he desarrollado modelos y técnicas —muchas basadas en trabajos de grandes pensadores del comportamiento humano— para contribuir a dicha transformación personal.

Más de dos décadas de experiencia en estos temas me han llevado a usar el Coaching… sumado a otras técnicas y herramientas que acompañan a las personas en su proceso de ganar consciencia, a poner atención y darse cuenta, y con dicha consciencia a que modifiquen la manera en que ven las cosas y se hacen responsables de sus decisiones, todo con el principal fin de que construyan un mejor futuro para ellos y las personas que los rodean.

Eso es transformación personal, esto es Transformación Profunda de la Consciencia… el Coaching es un medio —y poderoso— más no el único, es por ello que, siendo congruente con lo que soy —un comprometido con la transformación personal— no necesito  que me llamen Coach. Indudablemente uso el Coaching y muchas herramientas más, pero si el término Coach, con todo lo que lo ha manchado, se convierte en un obstáculo para cumplir lo que estoy siendo y mi misión de vida, no tengo el más mínimo  empacho en quitarme el título nobiliario de Coach —que no siempre abona a tu prestigio y sí muchas veces resta— y ser auténtico… aunque seguiré usando eso que yo, y muchas personas, dedicadas por años al desarrollo humano, llamamos Coaching y que, a mi juicio, considero honesto, profesional y útil.

Hay Coaches —aunque no se hagan llamar así— que son muy profesionales y acompañarán a las personas en un proceso de descubrimiento que les dará un nivel de consciencia más profundo, que a su vez se verá reflejado en cambios en su persona, sus interrelaciones cercanas y la organizaciones o grupos con los que interactúa.

Cuando busques un Coach recomiendo que cuestiones sobre su método y su ética, más que sobre sus estudios y conocimientos; pregunta y constata sobre su experiencia y casos de éxito, más que sobre sus credenciales y certificaciones; contacta con la persona desde tu instinto, más que dejarte llevar por su prestigio. Olvídate del título, su tarjeta de presentación puede decir “coach” o no, pero lo que considero realmente importante es que sea alguien humildemente comprometido con tu transformación personal o la de tus ejecutivos, dispuesto a tejer juntos soluciones a la medida, más que el experto o gurú que viene a mostrarte el camino con una agenda preestablecida.

Parece una moda, pero el coaching —con muchos otros nombres— siempre ha existido y estos Coaches, sin autonombrarse así, han sido un pilar del desarrollo de muchas personas y líderes a lo largo de la historia.

Se han dado dos fenómenos que confluyen en nuestros días. El primero es que, a partir la década de los 70s, se ha  venido dando la compilación de la sabiduría acumulada de todos esos grandes pensadores y practicantes del desarrollo humano —muchos de ellos Coaches sin saberlo— conjuntándola bajo el, hoy infortunado y hasta cierto punto desprestigiado, nombre de Coaching. Esta recopilación de conocimientos es un proceso continuo e inacabable que se enriquece cada día por los herederos de esta ancestral disciplina.

El segundo fenómeno, a mi parecer, surge de esa necesidad real y patente de desarrollo y encuentro con uno mismo, de la que surge un nicho de mercado que otras disciplinas y cursos comparten con el Coaching, al que hice referencias en el punto anterior. Definitivamente son diferentes de él, pero, infortunadamente para los Coaches, se han colgado del mismo término generando confusión y el desprestigio, para lo que originalmente se llamó Coaching, como consecuencia de los resultados de quienes tomaron este nombre para ofrecer otro tipo de servicios.

Con esto pretendo darte información y fundamentos para que veas al Coaching desde una perspectiva que te permita tomar la mejor decisión para elegir quién es la opción idónea que te acompañe en el proceso para potenciar tu desarrollo o el de tu organización.

Aunque sin hacer referencia directa al coaching Jung dijo una frase que claramente describe a una persona que está comprometida con la trasformación personal: «Conoce todas las teorías. Domina todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana.«[1]

 

Bibliografía

[1] Carl Gustav Jung (s. f). En Wikkiquote. Recuperado el 5 de marzo de 2016 de http://es.wikiquote.org/wiki/Carl_Gustav_Jung

 

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